En el 2022 se cumplieron 10 años de la publicación de "El ABC de la epostemología" del profesor Alberto Vásquez Tasayco. Fue una conversación sumamente interesante a partir de un epistemólogo y educador de larga trayectoria como es el autor. Los invito a que la aprecien para entender mejor nuestra labor como educadores y nuestra posición frente al conocimiento.
RESEÑA DE LA MESA REDONDA:
Epistemología y formación académica: una mirada desde El ABC de la epistemología
En el marco de la celebración de la Semana de la Filosofía, se realizó una mesa redonda dedicada al análisis y homenaje del libro El ABC de la epistemología: un análisis de la ciencia, del profesor y filósofo Alberto Vázquez Tasaico. El evento reunió a destacados académicos como el lingüista Raymundo Casas Navarro y el educador Eulogio Sámayoa, con la moderación de Álex Romero Meza, en un encuentro que combinó reflexión filosófica, crítica académica y memoria institucional.
El origen del libro: docencia, escritura y compromiso
Alberto Vázquez inició la conversación relatando el contexto y la motivación que dieron origen a su obra publicada en 2012 por el Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El libro surgió como una necesidad didáctica, a partir de años de experiencia docente en epistemología, lógica y filosofía. Su intención fue brindar una herramienta clara y accesible para estudiantes de pregrado y posgrado. “No es posible decir que somos profesionales que practicamos una ciencia si no sabemos cómo se construye esa ciencia”, afirmó Vázquez, al subrayar la importancia de definir conceptos con rigor.
Para el autor, escribir el libro fue también un acto de responsabilidad académica: “Todo profesor que dicta un curso por varios años, debería dejar un libro o al menos una síntesis de lo enseñado. No se puede dejar a las nuevas generaciones sin nada escrito”. Desde esa perspectiva, El ABC de la epistemología no sólo busca introducir a los lectores en el análisis de la ciencia, sino también fomentar la escritura como práctica intelectual y universitaria.
Escribir para pensar: alfabetización académica y crítica
Uno de los temas recurrentes durante la mesa fue la necesidad urgente de mejorar la formación en lectura y escritura académica dentro de la universidad peruana. Eulogio Sámayoa, educador y especialista en formación doctoral, destacó la idea de “investigación formativa” propuesta por Vázquez: integrar la escritura reflexiva como parte de cada clase. Según Sámayoa, muchos estudiantes universitarios ingresan con bajos niveles de comprensión lectora y escritura funcional, lo que afecta directamente su capacidad de realizar investigaciones científicas. “La gran mayoría de nuestros estudiantes ingresa a la universidad en condiciones compatibles con el analfabetismo funcional”, advirtió, recordando una investigación de Raúl González Moreyra de 1997.
En esa línea, se reivindicó la práctica constante de la escritura, incluso en sus formas más básicas, como las reseñas o revisiones de literatura, para desarrollar pensamiento crítico. “La escritura está estrechamente ligada al pensar: quien no escribe, no reflexiona”, resumió Sámayoa, citando además la importancia de conocer y aplicar normas como APA para garantizar la integridad ética de la producción académica.
El ABC como parte de una tradición epistemológica
Raymundo Casas, lingüista y prologuista del libro, propuso situar El ABC de la epistemología dentro de una tradición de pensamiento que surgió en el Perú desde los años 80, luego de la caída del paradigma marxista universitario. Según Casas, ese periodo propició el surgimiento de nuevos cursos de “introducción a la ciencia” que impulsaron el pensamiento crítico y el interés por la estructura del conocimiento científico. En ese contexto, el libro de Vázquez representa un eslabón clave: “No es solo una introducción a la ciencia, sino una introducción a la ciencia de la ciencia”, afirmó.
Casas elogió la claridad, precisión conceptual y solidez lógica del texto, destacando su valor pedagógico: “Alberto logra unir dos virtudes clásicas de la escritura: la puritas —corrección gramatical— y la perspicuitas —claridad y diafanidad—. Es un libro riguroso pero comprensible”. También enfatizó que, a diferencia de algunas corrientes posmodernas que critican la ciencia desde fuera, El ABC se basa en el conocimiento riguroso de su estructura interna: “No se puede hablar de ciencia sin haberla estudiado. La epistemología crítica necesita fundamentos sólidos”.
Rigor, claridad y legado
En su intervención final, Alberto Vázquez reafirmó su distancia crítica frente a las corrientes posmodernas relativistas que, en su opinión, han debilitado la noción de ciencia como forma de conocimiento con pretensión de verdad. “Me preocupa cómo ciertos discursos distorsionan el significado de la ciencia. La epistemología debe orientarse a formar un pensamiento crítico, pero con base teórica y metodológica”, declaró. Reivindicó además la epistemología clásica —con raíces en el neopositivismo— por su énfasis en la definición, la medición, la lógica y el lenguaje.
El evento cerró con un reconocimiento colectivo al profesor Vázquez, no sólo por su obra escrita, sino también por su trayectoria como docente e impulsor del pensamiento crítico en generaciones de estudiantes. Sámayoa lo definió como un “educador humilde, riguroso y comprometido”, recordando incluso anécdotas en las que el autor complementaba y enriquecía espontáneamente las clases de otros docentes con generosidad.
Conclusión: hacia una cultura universitaria del pensamiento riguroso
La mesa redonda en homenaje a El ABC de la epistemología fue más que una reflexión sobre un libro: fue un llamado a revitalizar la función crítica de la universidad. En un contexto de crisis de credibilidad de las instituciones educativas en América Latina, los participantes coincidieron en que la solución pasa por la formación de lectores y escritores académicos, el cultivo del pensamiento riguroso y la reivindicación de la epistemología como columna vertebral del conocimiento científico.
Como bien recordó Vázquez: “No se trata de repetir contenidos, sino de analizarlos, evaluarlos y reconstruir nuevos conocimientos”. En esa tarea, El ABC de la epistemología sigue siendo un faro vigente para las nuevas generaciones de estudiantes, docentes e investigadores.