A Sofi
¡Dulzura por dulzura corazona!
Poemas Humanos
Ah grupo bicardiaco
Trilce
— Amigo, tú que me desnudas a
voluntad
Con la misma delicadeza de los
vientos del norte
Cuéntale
A esta perfilada amiga
Suspendida aún en la fatalidad nutricia
de los cuentos de hadas
Cuéntame
¿Podré alguna vez amar como las
que aman dormidas o despiertas?
El cuchillo se inclinó y adquirió
el brillo sinuoso de una navaja.
— Sí, podrás amar, pero dolerá
mucho.
— ¿Por qué? — preguntó cortante
la manzana como si aún la guillotinara el viento.
— Porque Dios ha querido que todos
muerdan del fruto prohibido y, para que esto ocurra, deberás condenarte a la
afilada forma de un corazón partido.
— ¿Entonces amar es desprenderme
de una parte de mí? ¿Dejar de ser para ser? ¿Eso es el amor?
— Sí —respondió el cuchillo ya
empuñado—
— ¿Por qué?
— Porque el dolor es la mejor
señal de saberse vivo.
Entonces, el cuchillo cayó sangriento y se
cortó triste
Como la manzana.
Álex Romero M.
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